La música inmersiva, un formato con mayor popularidad

La música y las obras auditivas inmersivas son una alternativa para el consumo desde casa. Con una grabación a través de un micrófono especial y posproducción, el oyente puede tener la experiencia de escuchar las piezas artísticas como si estuviera en el lugar donde suceden los sonidos. Para obtener un sonido holofónico o en tres dimensiones, se usa un dispositivo en forma de cabeza humana que cuenta con micrófonos en oreja. Para diseñarlo se midieron las facciones de las personas y se sacó el promedio de la ubicación de las orejas en la cabeza.

“El pabellón de las orejas nos da la direccionalidad de la fuente sonora”, explica Diego Saa, bajista de Verde 70, dueño del Trompeta de Falopio. En este estudio se han grabado obras y ciertas partes de sencillos con la ‘dummy head’, como es conocido el micrófono. Puruwa, un concierto a ciegas del colectivo Confundamiento, fue el primero en registrarse con esta tecnología, en 2018. “Logramos que la gente viva los conciertos a ciegas de forma presencial, pero como era difícil difundir este tipo de experiencias por el mundo, propusimos grabarlo y la mejor forma de hacerlo era con holofonía”, cuenta Julián Coraggio, director de Confundamiento.

Durante la emergencia sanitaria el colectivo puso esta obra de forma gratuita en su web. Las reacciones positivas del público y la búsqueda de continuar con la producción artística durante esta época animaron al colectivo a grabar una nueva obra, pero esta vez de teatro a ciegas: ‘El corazón delator’. El piloto se publicará esta semana en las redes de Confundamiento, junto a una encuesta para conocer las reacciones de los oyentes y, en base a ello, mejorar la versión final. Ampliar Confundamiento grabó las obras Puruwa y ‘El corazón delator’ en este formato. Foto: cortesía Confundamiento Saa usa la ‘dummy head’ en casi todos sus trabajos porque ofrece “una grabación con más espacialidad”, señala.

En la canción Tres, de Verde 70, las percusiones se registraron con el micrófono. Además, en el disco ‘Buenos tipos malos hábitos’ de Skankafe se usó esta tecnología para dar un efecto de reverberación. Magic Estudio es otra productora que cuenta con este dispositivo. “Muchos de nosotros usamos audífonos cuando escuchamos música. Aprovechamos esto para generar publicidad y contar una historia de la que los oyentes se sientan parte”, relata Carlos Ruiz, quien forma parte de este proyecto.

La productora también graba ‘covers’ de éxitos internacionales y relatos cortos con esta tecnología. Se publican en la cuenta de YouTube. “En Ecuador no se conoce mucho sobre el audio 3D. Nuestro mayor público está en México”, dice Ruiz.

Este tipo de grabación se remonta a 1973, con el lanzamiento de Kunstkopf (‘cabeza artificial’, en alemán). No fue hasta el 2010 cuando la tendencia de videos relajantes o ASMR (siglas en inglés de ‘respuesta sensorial meridiana autónoma’) en YouTube puso de relieve esta tecnología entre los usuarios de la plataforma virtual.

Ya que la experiencia se aprecia solo con audífonos, gran parte de las reproducciones de los sencillos se dan en la radio y pocos artistas se atreven a usar este tipo de micrófonos. Uno de ellos es Ricky Martin, quien lanzó en julio pasado una versión con la técnica ‘orbital audio’ para el álbum ‘Pausa’. Este es un proceso de posproducción que también ofrece una sensación inmersiva en la que el sonido pareciera moverse alrededor de la persona.

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