“Conocí a un tipo realmente genial”. Con ese mensaje de Whatsapp enviado desde el teléfono de Savannah Gold, Lee Rodarte Jr. quiso despistar a los investigadores. La joven ya estaba muerta y el asesino intentaba ejecutar un plan que lo colocara lejos del crimen.

Gold, de 21 años, era empleada del restaurant Bonefish Grill en Jacksonville, Florida, donde Rodarte era el encargado. Durante un tiempo, ambos mantuvieron una relación amorosa. El miércoles 9 de agosto pasado fue declarada desaparecida por las autoridades y comenzó su búsqueda.

Su automóvil fue hallado en el aparcamiento de su lugar de trabajo. Estaba abierto, su bolso en el interior del vehículo y uno de los neumáticos cortado. Los investigadores decidieron que el misterio podría resolverse mirando las cámaras de video del lugar.

Las grabaciones demostraron que luego de arribar al lugar, Gold se dirigió al asiento del acompañante del auto de Rodarte donde habría comenzado una pelea, según relataron las autoridades policiales. Luego de la lucha, el hombre de 28 años se dirige al vehículo de la mujer y toma algo. Regresa al suyo y conduce fuera del lugar, con Gold aún en su interior.

Unas horas después de desaparecer, el padre de la víctima, aún sin saber qué estaba ocurriendo, recibió el extraño mensaje. “¡Hey! Quiero decirles a ti y a mamá que conocí a un tipo realmente genial y que estamos huyendo juntos. Lo amo y nos estamos yendo esta noche. Los llamaré más tarde para avisarles dónde nos iremos”.

Pero el mensaje no solo le llegó al padre de Gold, sino a otros amigos y familiares de la víctima. Las sospechas comenzaron. ¿Qué tipo de comunicación era esa? ¿Qué estaba ocurriendo con Savannah que se comportaba de manera tan extraña?