Charlie Pearson fue diagnosticado con la enfermedad hace 20 años y hoy lucha para salir adelante. 

Estar en forma no es algo exclusivo para los jóvenes, de hecho cualquiera puede lograrlo, sólo se necesita un poco de entusiasmo y las ganas para salir adelante y superar nuestras limitaciones.

El caso de Charlie Pearson es un ejemplo a seguir para todas las generaciones venideras. El hombre de 88 años ha padecido la enfermedad de Parkinson por más de 20 años y, a consecuencia de la degeneración que produce, ha debido pasar los últimos años en una silla de ruedas. Pero eso no ha sido impedimento alguno para continuar con su vida.

En octubre de 2015, su nieta que se desempeña como fisioterapeuta le preguntó si había escuchado algo llamado “Rock Steady Boxing”, un programa diseñado para que las personas que padecen Parkinson puedan luchar contra la enfermedad por medio de las técnicas de boxeo. A Charlie le pareció interesante la idea de asistir a las clases y se unió al Fit 4 Boxing Club, en Pensilvania.

La persistencia y habilidades del anciano le permitieron aprender rápidamente a cómo pararse de su silla de ruedas y ahora, después de algunos meses de entrenamiento, no sólo puede hacer eso, también puede caminar, hacer sentadillas y boxear sosteniéndose en sus dos pies.

El hombre señaló a TheLADbible: “Tienes que exigirte a ti mismo. Cuando termino me siento cansado por el momento, pero siento que realmente estoy logrando algo. Siento como si realmente estuviera haciendo algo para detener esta maldita enfermedad”. 

Brett Phillip Burkhart, entrenador de Pearson en el club de box, dijo: “Rock Steady Boxing es un ejercicio emocional, riguroso y físicamente muy intenso, diseñado especialmente para quienes viven con Parkinson” y añadió que “el programa consiste en un entrenamiento de boxeo sin contacto, que ha sido probado como una de las mejores formas de mejorar la calidad de vida para quienes padecen esta enfermedad degenerativa”. 

Charlie nació el 24 de diciembre de 1928, en Deep River, Connecticut y siempre ha tenido una fascinación por el deporte, particularmente, por nadar, pescar, escalar árboles y el golf. Su vida tuvo altos y bajos y siempre demostró ser una persona entusiasta y con ganas de salir adelante. Su trabajo lo llevó a vivir en Pittsburgh, donde conoció a su esposa Donna, con quién acaba de cumplir 52 años de matrimonio y con quien tiene dos hijos, Craig and Daniel.

Incluso después de haber sido diagnosticado con Parkinson, Charlie continuó jugando golf y tratando de mantenerse activo. Lamentablemente, después de 20 años luchando con la enfermedad, comenzó a afectarle de manera más severa y tuvo que empezar a usar la silla de ruedas.

A pesar de toda la lucha y las desafíos que ha tenido que enfrentar, Charlie confesó que haber comenzado esta actividad le ha cambiado la vida.

“Amo a los chicos del Rock Steady. Te hacen sentir como si estuvieras en familia” y concluyó, “si tienes Parkinson y no estás haciendo nada al respecto, eres un tonto. Esto es como la guerra. Tienes que levantarte y pelear”, afirma el hombre.

Una vez más una persona mayor nos enseña una importante lección sobre la perseverancia.

Fotos: Fit 4 Boxing Club – Facebook