El conglomerado tecnológico japonés Toshiba se desplomó este miércoles por segundo día consecutivo en la Bolsa de Tokio, después de anunciar en la víspera una estimación de pérdidas multimillonarias para el actual ejercicio y la dimisión de su presidente.

Las acciones de Toshiba bajaron este miércoles un 8,75 por ciento y cerraron en los 209,7 yenes (USD 1,8), aunque llegaron a caer más de un 12 por ciento, lo que contrasta con el cierre en positivo y las ganancias generalizas en la plaza nipona gracias a la devaluación de la divisa local.

Los inversores reaccionaron así a la delicada situación financiera que atraviesa el gigante nipón debido a la devaluación de su rama de energía nuclear en Estados Unidos, Westinghouse Electric, a raíz de su adquisición a finales de 2015 de la constructora CB&I Stone & Webster.

Actualmente, la acción cotiza a un 44 por ciento de los 467 yenes que alcanzó en diciembre, mes en el que inició su empinada caída por las primeras advertencias de las pérdidas de la filial.

La empresa tenía previsto presentar el martes sus resultados correspondientes a los primeros nueve meses del ejercicio fiscal nipón 2016, pero decidió posponerlos por problemas en su auditoría, lo que disparó la incertidumbre de los inversores

Para el período en cuestión, entre abril y diciembre de 2016, la empresa prevé incurrir en un déficit neto de 500.000 millones de yenes (4.400 millones), lo que incluye unas pérdidas de 712.000 millones de yenes (USD 6.219 millones) derivadas de la devaluación de su rama nuclear, según anunció la empresa.

En base a esta estimación de resultados aún sin auditar, Toshiba prevé registrar unas pérdidas netas de 390.000 millones de yenes (USD 3.408 millones) para todo el ejercicio fiscal 2016, más del doble de los cálculos previos.

Asimismo, el presidente de la empresa, Shigenori Shiga, presentó en la víspera su renuncia al asumir la “responsabilidad por la gestión” que ha llevado a estas sombrías perspectivas financieras, una decisión que se hará efectiva desde esta jornada.

Ante esta situación, Toshiba pidió ayuda entre sus principales prestamistas, que aceptaron este miércoles seguir apoyando a la compañía en sus dificultades financieras con un préstamo sindicado de entre 280.000 y 290.000 millones de yenes (cerca de USD 2.500 millones) euros) hasta finales de marzo.

La devaluación de la rama de energía nuclear de Toshiba se debe al incremento de los costes laborales y de construcción de proyectos para construir nuevas centrales atómicas en Estados Unidos.