Gracias a la ayuda de una asociación animalista, Pay de Limón se convirtió en un símbolo de vida.

Hace cinco años, gracias a una denuncia anónima, la Asociación Civil de Milagros Caninos encontró a un pequeño perro al borde de la muerte en un basurero de Zacatecas, México. Había sufrido crueles torturas y le mutilaron sus patas delanteras.

El cachorro, que en ese entonces tenía diez meses de vida, fue víctima de los sicarios de Los Zetas, uno de los carteles de droga más sanguinarios del país azteca, quienes quisieron experimentar sobre el animal diversos tipos de torturas para luego ejecutarlas en las personas que secuestran y extorsionan.

La entidad que halló al animal lo trasladó al Distrito Federal  para comenzar a brindarle un tratamiento. En este lugar, los voluntarios lo bautizaron como Pay de Limón.

El perro, una mezcla de pastor belga malinois, necesitó de mucho cariño y cuidados para iniciar su tratamiento, y también, poder recuperar la confianza en el hombre.

Para seguir con su recuperación, tuvo que ser trasladado hasta Washington, Estados Unidos, donde le construyeron unas prótesis hechas con fibra de carbono y una capa interna acolchonada para que pudiera volver a caminar.

El proceso de adaptación de las prótesis llevó varios meses pero finalmente Pay de Limón las aceptó y comenzó a caminar con ellas. Tiempo después encontraron un modelo más aerodinámico que le permitió correr.

Pay de Limón se convirtió en un símbolo de vida. Recientemente fue el primer perro en ingresar a la Cámara de Diputados mexicana, y gracias a él, el Congreso mexicano tratará una ley que plantea regular el funcionamiento de las perreras para convertirlos en centros de atención y rehabilitación. Además se establecerán sanciones por actos de maltrato y crueldad animal.

Cuando su historia se hizo conocida a través de la televisión y redes sociales, fueron muchas personas quienes quisieron adoptarlo, pero Pay de Limón es residente honorario y de por vida de la Asociación Civil Milagros Caninos. En este lugar están quienes lo salvaron, y además, ahí vive junto a sus pares.

A pesar que los narcos lo torturaron hasta la muerte, lo mutilaron y le hicieron perder la confianza en el hombre, este perrito logró sobreponerse y volvió a tener confianza y entregar amor a los humanos.

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Foto: Milagros Caninos – Facebook